Los nuevos comienzos

Nuevos-comienzos

Los nuevos comienzos

Hay una frase de Hermann Hesse que nos viene muy bien para estas épocas: “Romper con el mundo para crear un mundo nuevo”. Todos empezamos el año cargados de nuevos propósitos, voluntades que esperamos que nos hagan mejores personas, más completas, más interesantes. Sin entrar a valorar si estos propósitos son nuevos (por ejemplo ir al gimnasio debe ser el propósito más reciclado de la historia) hay una parte de nosotros que nos dice: sí, este año será mi año. Ha llegado el momento de mi cenit, mi apogeo, vais a flipar conmigo. Otras personas se tiñen de un pesimismo inusitado y solo desean partir la humanidad en dos y vivir en el vacío del medio. ¡Ja! Como si después de lo turrones entrasen en ese vacío…

 

¿Y por qué lo hacemos? ¿Por qué razón decidimos con ahínco que sí, que vamos a cambiar eso? Pensándolo bien, cada día podría ser un nuevo inicio. En este sentido en INVITA somos unos privilegiados. La propia naturaleza del diseño y la producción de eventos nos permiten vivir esta renovación continua. Eventos efímeros que aunque algunos se repitan año tras año siempre traen consigo novedades. Buscamos la sorpresa, el efecto wow que consiga que ese evento sea memorable. En el ámbito personal, sin embargo, requerimos un cambio externo para hacer ese switch. Necesitamos que se renueve el calendario, que llegue enero con su página en blanco. Sin ese borrón no sabemos empezar la cuenta nueva.

 

Hay pocas verdades absolutas y exceptuando el programa televisivo Saber y ganar nada es seguro. Ya nos avisó Bauman, vivimos en una sociedad líquida, donde todo está sujeto a cambios imprevisibles, donde el trabajo, la pareja y el lugar en el que vives, es propenso a variar con más frecuencia y con menos preaviso. Hemos dejado atrás esos cimientos que hacían de nuestra vida un camino sólido, sin fisuras. Por esa razón hoy en día necesitamos tanto del cambio de año. Este nuevo comienzo nos permite hacer un reset voluntario, una vuelta a comenzar mental que no viene impuesta por las turbulencias de una globalidad agitada. Si es verdad que vivimos en un mundo soñado por Mario Santiago “si he de vivir que sea sin timón”, también es cierto que enero es el mes en el que capitaneamos hacia el rumbo elegido. Ahora cambiaré porque yo lo digo. Y haré esto y lo otro. Abandonaré lo tóxico y me centraré más en lo que me llena.

 

Aprovechemos por lo tanto la oportunidad de este nuevo comienzo que nos marcamos nosotros mismos. Empecemos hoy a construir el mejor año de nuestra vida. Lo será.